Lentejas viudas

Mi madre cocina muy bien en general, pero hay una cosa que se le resiste: las lentejas. No sé muy bien por qué, pero no le quedan espesitas y con mucho sabor como le quedan a mi abuela. 
En mi casa las lentejas de toda la vida se han tomado sin carne, sin patata y sin nada más que cebolla y ajo. Ayer mi abuela me preparó varios botes para mí sola (mi santo no concibe unas lentejas sin chorizo xD), de manera que los puedo congelar y usarlos cuando me apetezca :)


Además, mi madre me dio hojas de laurel y un bote de pimentón.




Ingredientes (4 raciones):
- Un cuarto de cebolla
- Un diente de ajo sin pelar
- Una hoja de laurel
- Media cucharada de café de pimentón dulce (es conveniente que compres el mejor que puedas encontrar, aunque sea caro).
- Una taza de desayuno de lentejas verdinas (importante que sean verdinas).
- Agua del grifo
- Un chorretón de aceite de oliva


Mezclar todos los ingredientes en frío en la olla. Poner a fuego suave hasta que las lentejas estén hechas. Si se evapora el agua en el proceso, añadir más.
Más fácil imposible.
Lo bueno es que como no llevan patata se pueden congelar sin problemas, y están buenísimas porque el pimentón y el ajo dan mucho sabor. 

Aquí tenéis uno de los botes sacado del congelador para la foto.


Habréis observado que la receta no lleva sal. Mi abuela cocina sin sal, así que nosotros normalmente la añadimos cuando tenemos las lentejas en el plato. 
En general como con poca sal (por culpa de mi abuela xD), y me gusta la comida poco salada, de hecho nunca pongo sal ni a huevos fritos, ni ensaladas ni tostadas con tomate. Pero estas lentejas están mejores con mucha sal, al menos para mi gusto.


Supongo que se le podrá añadir un puñadito de arroz a las lentejas, pero en casa nunca lo hemos hecho. 
Yo lo acompañaría con un poquito de arroz con verduras de segundo, poniendo un plato de lentejas pequeño. De hecho mañana pienso comer lentejas, y de segundo pisto con un poquitín de arroz :)